jueves, 30 de noviembre de 2017

La vivienda

El origen volcánico de las Islas Canarias explica la existencia de numerosas cuevas y refugios naturales. De ahí que que los aborígenes utilizaran las cuevas naturales como vivienda; escogían, sobre todo, las que se encontraban cerca de pastos, agua potable y tierras cultivables.

Cuando no encontraban un refugio adecuado en el que establecerse, construían cuevas artificiales (por ejemplo en Gran Canaria). En otras islas, como Lanzarote y Fuerteventura, donde apenas existían cuevas naturales, los aborígenes excavaban casas hondas aprovechando los tubos volcánicos.
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También construían casas de piedra, presentes en diversas islas, así como cabañas y refugios.

Cuevas naturales                                                  Estas construcciones constituyen el tipo de vivienda más generalizado. Se  aprovechaban las cuevas existentes en barrancos y vertientes de las montañas.

Cuevas artificiales
Son cuevas labradas en toba volcánica, roca ligera y de construcciones llegaron a formar auténticos poblados.

Casas hondas
Eran cuevas naturales, subterráneas, o excavadas, que estaban cubiertas con grandes bloques de piedra y contaban con una entrada baja. Su interior era similar al de una cueva.

Casas de piedra
Imagen relacionadaLa construcción de los muros se realizaba colocando una piedra sobre otra sin argamasa. Para el techo, utilizaban lajas (piedras lisas), hierbas secas, barro y vigas de madera. Este tipo de viviendas se edificó en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura



Cabañas y refugios
Los aborígenes canarios edificaron también cabañas y refugios de piedra sobre los que disponían una cubierta vegetal. Estas construcciones estaban relacionadas con las actividades económicas vinculadas a la ganadería (pastoreo).

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